Cuando
el que existe se venció hace mucho tiempo
Sergio
Suazo
El
año pasado, a cuyo fin pudimos llegar “ilesos”, luego de las fatalidades que
nos anunciaran los Mayas según los charlatanes modernos, ignorantes, santones,
embaucadores, vividores y todo tipo de “lanas”; nos renovó unas vez más,
abundantes evidencias de que es sumamente dificultoso llamar país a ésta
realidad, y que, el nombre, está más relacionado con “abismo”, término puesto
de moda recientemente en el norte y repetido aquí como tantos otros.
Esa
extraña sensación que se apodera de uno cuando termina un año y comienza otro,
por un lado decepciones y frustraciones y, por otro, esperanzas, cada vez más
se va quedando en las primeras. La desesperanza que siempre han tenido los de
siempre, ahora va cundiendo a capas sociales que han gozado de un bienestar
mínimo que corresponde a la clase media, la que ha tenido acceso a ciertos bienes
y servicios que los hace olvidarse temporalmente, de que no hay esperanzas a
corto y largo plazo. Pero así van pasando la vida.
Por
ello, hoy cuesta desear prosperidad en medio de tanta pobreza, paz en la
“realidad” más violenta del mundo y, dicha, cuando ésta depende en gran parte
de la prosperidad y la paz. Pero al preguntar por las causas de los problemas, “la ideología
del oprimido” hace que éste se auto inculpe, es decir, a los individuos desde
que nacen, se les hace creer por todos los medios que ellos son los
responsables de su situación.
A
esta altura de las circunstancias, recordar algunos hechos puede servir para
avalar ciertas afirmaciones: uno, la propuesta de las “ciudades modelo” refleja
y desnuda de pies a cabeza, el fracaso y la indecencia
absoluta de los grupos oligárquicos en idear e implementar un “modelo” que
siente las bases de una sociedad menos desigual, más democrática y próspera. El
“proyecto estrella” de los responsables del régimen, fue resistido porque
vulneraba principios como el de soberanía nacional, por incoherente, por poco
transparente y por la forma errática y mediocre como fue presentado.
Dos,
ante la imparable inseguridad pública y los altísimos índices de violencia,
apareció la “depuración” policial, como parte del ambiente creado artificiosamente para distraer la
atención de los graves problemas nacionales. Irrumpieron en ese tema, todo tipo
de vericuetos seudo jurídicos, explicaciones superficiales que nunca tocan el
fondo, personajes elevados artificialmente a la categoría de “salvadores” de la
patria y comisiones que nunca resuelven nada porque están creadas para eso.
En
ese ambiente, las famosas “pruebas de confianza”, se vuelven des confiables y
parte de la oficialidad cuestionada recurre a las instituciones – las mismas
que se pasaron por el arco del triunfo para dar el golpe de Estado- y al
“Estado de Derecho” para que vele por sus derechos. ¡Qué paradoja!
Tres,
las elecciones internas y primarias, se convierten en el objeto más deseado por
el régimen, por cuanto, la participación de LIBRE en ellas, era la mejor manera
de legitimarlas más allá de los cuestionamientos que se sabía ocurrirían
posteriormente. Además, era el momento para revivir y levantar a “lázaro” – el
Partido Liberal- a como diera lugar incluyendo el escandaloso fraude electoral,
como se demostró por los propios perjudicados en ese partido pero que no
tuvieron el coraje de resistir, atendiendo un falso y errado cálculo político
de futuro.
El
sistema del bipartidismo se exhibió una vez más, auto-engañándose para hacer
aparecer dichas elecciones, como masivas, cuando la masividad se debió al
número de personas que valientemente se identificaron en las urnas con LIBRE,
cantidad que en el 2013, seguramente aumentará significativamente hasta colocar
a éste partido,
en posiciones reales de llegar al gobierno. Las repercusiones internas de
dichas elecciones, serán motivo de otro artículo.
Cuatro,
el 12 del 12 de 2012, el Congreso Nacional destituye a cuatro magistrados de la
llamada Corte Suprema de Justicia, hecho que desencadenó entre otras cosas,
euforia, rechazo, delirios, rasgadura de vestiduras, teorías
constitucionalistas, loas a la supuesta separación de poderes y frases para el
bronce como “si te nombro te puedo destituir” etc. etc.
También
surgieron sobre éste tema, teorías que hablan de la constitución de un nuevo
grupo de poder, que disputaría a la oligarquía tradicional el poder sobre los
recursos nacionales y servicios que ha venido usufructuando discrecionalmente
durante décadas. Nuevamente, argumentos de Perogrullo ocuparon los principales
espacios televisivos, radiales y escritos del status quo, para entretener a los más despistados e idiotizar a los
mentalmente vulnerables.
Lo
que se enseña en las aulas universitarias y del civismo – como se decía hace
más de cien años- vuela por los aires hecho pedazos por los “deformadores” y
sostenedores del sistema, que sin ningún tipo de pudor, más que su amor al “vil
metal”, los hace olvidarse de su engañosa prédica.
Cinco,
el año no podía finalizar sin “poner orden” en el magisterio, según el
responsable de la Secretaría de Educación, quien en un acto de claro
oportunismo, aceptó un cargo que en el menor tiempo imaginado, le echó por la
borda la cacareada formación académica que dice poseer.
No
se recuerda - en el país de la crisis permanente como éste- que haya existido un año en el que a un gran
número de maestros y empleados públicos, se les dejara sin salario,
bonificación o aguinaldo en un una fecha tan significativa como es la navidad,
esa que la “santa” iglesia repite hasta que se grave donde diablos sea, que es
época de compartir.
Lo
que no dijo éste fin de año pasado, es cómo se comparte lo que no se tiene,
pero claro, no pagar no es una medida inocente, responde al propósito de
inmovilizar al sector más combativo y contestatario que existe a nivel de
gremios, como es el magisterio, que ha optado en su gran mayoría, por una
opción política diferente a la existente.
El
“orden” en el magisterio, implicaba además, imponer el absurdo de que las
clases en el sistema educativo – excepto en el nivel superior- finalizaran el
21 de diciembre, obedeciendo más a un acto de soberbia y prepotencia, que a
criterios pedagógicos. Por otra parte, modernamente, la forma de ejercer el
poder se hace no por la fuerza, sino, por el acuerdo, el diálogo y el consenso;
eso es lo ocurre en las sociedades civilizadas, el ejemplo de Chile, debería
serviles a funcionarios que permanentemente comparan realidades tan disímiles.
En
ese país, las reformas encaminadas a mejorar la calidad de la educación, el
acceso y el financiamiento sobre todo a nivel universitario, pasan por la
opinión de los estudiantes incluso secundarios, y por supuesto, por la de los
maestros, en tanto que actores principales de la educación junto a los padres
de familia y el Estado.
Y,
por último, para comenzar el 2013, la famosa “Cuarta Urna” vuelve a causar
revuelo sólo que ésta vez, porque salió del responsable del régimen. Nuevamente,
pero más debilitado($), reflotan a los mismos pero exiguos personajes que
defendieron el “orden democrático”, “nuestro estilo de vida” y
fundamentalmente, “evitaron” que el “comunismo chavista” se comiera a nuestros
niños y penetrara las fronteras de Estados Unidos, su “madre patria”.
Bastan
éstos hechos, para darse cuenta que el material del que están hechos la clase
política y los grupos de poder, era de segunda clase, y que por ello, se
produjo un acelerado proceso de oxidación irreversible que sólo puede ser
reemplazado, si encontramos otro material. Llegó el momento de darnos cuenta
que ese nuevo material, tenemos que encontrarlo aquí mismo, que no vendrá de
afuera; es el tiempo de las propuestas y rostros nuevos, es el tiempo de romper
la lógica de la fatalidad
que nos impusieron los propietarios del guión de ésta tragicomedia que es la
vida en “honduristán”.
Tengo
muchas dudas y pocas esperanzas que podamos superar esa forma de hacer política
desde el caudillismo, como históricamente ha sido en éste país, que supera
inclusa a los propios partidos: “el tamagáz de coray”, “el hombrón de zambrano”
o “el león del liberalismo”, son sólo una pequeña muestra de la afirmación;
pero como las esperanzas son las últimas que se pierden, espero que así sea. El
pensamiento crítico, siempre ha producido mucha riqueza sobre la teoría del
cambio social de la cual, los politikós
– tal su origen griego- de verdad, se han valido para crear sus propios relatos
y también para gobernar; pero me temo que para la realidad nuestra, bien cabe
la frase aquella que dice, “mucho cascabel para tan poco gato”.
S.L.
9/1/2013